martes, 23 de julio de 2013

Summer love: Capitulo 1

Te coge. Te besa lenta y apasionadamente hasta que tus labios se impregnan de su amor, y entonces, para. Agarra tu cintura con una mano, y con la que le sobra roza tu mejilla. La acaricia. Sabes que es el amor de tu vida y rechazas cualquier contacto con otro hombre. Le dedicas tus horas libres. Sabes que le amas, y sabes que no podrías soportar que se marchara de tu vida. Pero pronto su expresión cambia, ya no te coge ni te acaricia. Simplemente te mira. Su mirada se pierde entre los bucles de tu pelo. Las palabras bailan en su boca y tienen temor a salir. Lo notas nervioso, inquieto. Cuando por fin consigue que las palabras salgan de él consigue pronunciar la frase:

- Mai, tenemos que hablar…De pronto un temor a que todo se acabe, se derrumbe, recorre tu cuerpo. Él coge tus manos. Agradec
es eso. Si no fuera por ello habrías echado a correr. Tienes el suficiente coraje para contestar, y contestas con un hilo de voz:
- Te escucho, Sam
- Sabes que mi familia tiene importantes empresas alrededor del mundo y que están constantemente viajando a otros países, ¿no es cierto?
- Sí, lo sé ¿Qué me intentas decir?
- Te intento decir que este último viaje voy a ir con mis padres – dice Sam en un tono directo y tajante

Una lágrima recorre tu mejilla buscando un lugar donde caer en el frío suelo de Londres. Bajas la cabeza. Lloras. Todas tus inseguridades quedan al descubierto. Secas tus lágrimas con la manga de su sudadera, que entonces llevabas puesta. Hechas a correr. Vas en contra del viento y el gélido frío invernal de Londres te cala los huesos. No puedes correr más y te sientas en un campo. Rompes a llorar de nuevo. Todo se ha desvanecido. Tus sueños. Tus esperanzas. Tu AMOR.Coges el móvil. Intentas superar el tembleque de tus manos, causado por el sofoco. Marcas el número de Jenny, tu mejor amiga. El sonido de los pitidos de espera te mata por dentro. Pronto lo coge y dice 

- María, pensé que estabas con Sam

De pronto no lo soportas más y tiras el móvil al suelo. Por el auricular, un leve sonido llega a tus oídos. Es Gee. Te llama. Vuelves a coger el móvil. Pacientemente y procurando no llorar, le cuentas lo que pasa. Acordáis que ella pasará a por ti en coche. En su nuevo coche. Pronto ves deslizarse a un coche delante de tí. Es un coche viejo. Es el coche de Gee. Te subes a él. Ella te mira y te abraza. Es un abrazo cálido, reconfortante. Es justo lo que necesitas. Te lleva a su casa y os encerráis en el cuarto. Su cuarto te repugna. Está empapelado de pósters y productos de una banda del país. One direction. Les hechas una ojeada mientras tu amiga sube unas tazas de chocolate hirviendo. Ella sube y de inmediato te hecha una charla sobre su grupo preferido. Consigue que se te quite de la cabeza el asunto de Sam. Ella te invita a un concierto el lunes siguiente. Tu, sin pensarlo aceptas.